FROM BANANA TO GEBANA

FROM BANANA TO GEBANA
04 octubre 2019

Antes de que el término "comercio justo" llegara a existir, Ursula Brunner ya era una verdadera pionera de los derechos de los trabajadores en el ámbito de los países en vías de desarrollo. Todo comenzó en Suiza en 1973 cuando Ursula descubrió el documental 'Bananera Libertad', centrado en la difícil situación de los bananeros latinoamericanos.

En octubre del mismo año, Ursula y un grupo de simpatizantes hicieron visible este problema públicamente repartiendo plátanos entre la gente en la calle y pidiendo que considerasen por qué eran tan baratos. Nacida en 1925, esposa de un pastor y madre de siete hijos, llamó la atención de los medios de comunicación en una época en la que se esperaba que las mujeres simplemente se quedaran en casa y cuidaran de la familia. Después de sólo dos días, se informa que este grupo de siete mujeres distribuyó 600 kilos de plátanos y recogió 1.500 firmas en una petición para lograr un mejor precio para los agricultores bananeros. Sus esfuerzos fueron repetidos por mujeres de todo el país, que también se sintieron motivadas por la causa.

Tres años más tarde, Ursula viajó a Sudamérica para reunirse con el Ministro de Economía de Colombia. Haría este viaje anualmente durante los siguientes 20 años. Ursula pasaba estas visitas reuniéndose con los agricultores en sus plantaciones y hablando con funcionarios del gobierno, sin renunciar nunca a su sueño de traer plátanos de producción justa de vuelta a Europa. Desafortunadamente, estos planes nunca llegaron a buen término debido a que las plantaciones estaban atadas a contratos a largo plazo con grandes corporaciones.

Sin embargo, en 1986, las mujeres bananeras llamaron la atención de la nación una vez más con una campaña callejera con la que consiguieron vender 40 toneladas de banano de Nicaragua. Gracias a estos beneficios, se proporcionaron mejores instalaciones de saneamiento, una guardería y una ambulancia a las comunidades de las que se obtenían estos plátanos, lo que benefició a 4.000 trabajadores y sus familias. Dos años más tarde una nueva era nacía cuando Ursula y las 'mujeres bananeras' fundaron "The Fair Trade Banana Project" (Gebana - Fair Trade in Bananas). En 1998, se estableció finalmente Gebana AG, que hoy se especializa en el comercio al por mayor de productos de comercio justo, trabajando con familias de agricultores de todo el mundo para entregar sus alimentos orgánicos directamente a los consumidores en Europa. Ahora están certificados como Fairtrade.

El Director General de Gebana AG, Adrian Wiedmer, dijo

"Sin embargo, nuestro trabajo abarca más que la agricultura ecológica y el comercio justo: nos quedamos en el lugar, invirtiendo en el desarrollo de cadenas de valor sostenibles, aconsejando, apoyando a las familias campesinas y procesando sus productos en el país de origen. Esto lleva grandes riesgos, pero crea ingresos y empleos en algunos de los países más pobres del mundo".

Como pioneras del comercio justo Ursula, y las mujeres bananeras que todavía la seguían, exigieron que un premio del 15% fuera directamente al Sur.

Adrian continúa:

"Cuando pienso en lo que Ursula significa para Gebana y para mí, una frase que ella repetía a menudo siempre viene a mi mente: "Mi sueño es que todo el mundo, desde el agricultor hasta el cliente, estén sentados alrededor de una mesa negociando el precio".

"Hace un par de años, me invitaron a dar un discurso en un evento sobre el tema de "Fair Bananas". La compañía, Chiquita, también estuvo presente. Hicieron volar expresamente a su director de Marketing Europeo para asistir al evento. Apenas había llegado cuando se apresuró a declararme su admiración por nuestro trabajo y por Ursula Brunner".

Con la introducción de plátanos certificados oficialmente Fairtrade, las mujeres bananeras pararon en sus reivindicaciones. Sin embargo, Ursula continuó haciendo campaña por la justicia comercial hasta su muerte el año pasado.

Adrian apunta: "Ursula comenzó sentándose en el Consejo, y luego decidió que prefería trabajar en el almacén. Se convirtió en consultora y reclutadora de activistas, y siempre escribía y discutía con las personas dentro y fuera de la empresa. También fue una inspiración para una nueva generación de start-ups de comercio justo".

Se puede ver cómo la filosofía de Ursula vive en Gebana AG, que estableció Gebana Brasil en 2001. La organización operó durante varios años como una división de su empresa matriz, que ha conservado una participación, y continúa proporcionando un alto nivel de apoyo.

Gebana Brasil ha sido cliente de Shared Interest desde 2005, y durante este tiempo, se han enfrentado a muchos desafíos. Como productores estrictamente orgánicos, sus agricultores han hecho campaña contra el uso de pesticidas en granjas cercanas, que han afectado a su cultivo y han llevado a una pérdida de producción y ventas.

En 2012, una sequía causo la perdida de gran parte de la cosecha. Esto significo para la organización dificultades para mantenerse al día con el vencimiento de sus préstamos. Afortunadamente, pudimos trabajar en estrecha colaboración con el equipo de Gebana y otros prestamistas sociales para reestructurar su deuda, lo que ha sido exitoso. Su negocio ha mejorado en los últimos años debido al aumento de su número de productores certificados. También han implementado una nueva tecnología de azada para eliminar las malas hierbas, que anteriormente era un proceso manual.

Con sede en Capanema, en el suroeste de Brasil, los agricultores de esta región cultivan evitando el uso de pesticidas químicos y fertilizantes desde principios de la década de los 80, formando un pequeño grupo minoritario dentro de la industria agrícola. Las razones de esta decisión incluían su continua conciencia de la disminución de la población de peces en sus ríos y los incidentes, cada vez más dañinos, que sus agricultores sufrían por la manipulación de productos químicos.

Hoy en día, el principal producto de Gebana Brasil es la soja orgánica. Aunque la gama de productos se ha expandido con el tiempo en lecitina, maíz, trigo, avena, colza y otros granos, estos productos se venden únicamente en el mercado local. La organización emplea en el procesamiento a 39 trabajadores permanentes y 20 trabajadores estacionales y ve su mayor fortaleza en el contacto directo que tiene con productores y clientes.

Ahora Brasil es un mercado en crecimiento de productos orgánicos y Gebana Brasil vende aproximadamente un tercio de su producción a nivel nacional en lugar de hacerlo en el mercado internacional.

Los "técnicos agrícolas" de Gebana están constantemente en el terreno visitando a todas las familias agrícolas varias veces al año. Durante estas visitas, el personal de Gebana ayuda a los agricultores con sus planes de cultivo y volúmenes de producción y comprueba la calidad de su cultivo.

Jonathas Baerle, Gerente General de Gebana Brasil destaca:

"La parte más importante de nuestro trabajo es el contacto directo con los agricultores. Las visitas frecuentes permiten comprender y desarrollar soluciones conjuntas, lo que genera confianza. También fomentamos la lealtad ofreciendo contratos de uno o más años".

"El cultivo de soja es la fuente de ingresos más importante para los agricultores de esta región. Pagamos entre un 30% y un 40% por encima del precio de mercado local de soja orgánica. Sin embargo, para evitar una alta dependencia de la soja, fomentamos la siembra de maíz, trigo y canola entre otros productos".

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